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El auto-profeta… adelantó por años lo que serían las directrices del diseño futurista. El Toyota EX III de 1969 fue un aventajado prototipo que no pasó de concepto, pero que arqueó las cejas de la industria, por la forma como resolvió un modelo colocándolo en la cúspide del mañana más remoto. Presentado en 1969 en el Salón del Automóvil de Tokio, Japón. El EX-III destacó por seguir una línea de diseño única en ese entonces, mientras las otras marcas asiáticas trabajaban en modelos cada vez más europeos, Toyota tomo un nuevo estilo diseñando modelos como este.
El EX-III es totalmente atractivo por donde se le mire. Para comenzar, no tiene parachoques, algo impensable en esa epoca, termina en punta muy agresiva y el ángulo de inclinación entre el capó y el parabrisas es marginal. También llama la atención la forma de sus ventanas laterales, faros delanteros, parabrisas trasero y sus enormes escapes, que sugieren el funcionamiento de un motor de turbina, aunque nunca se divulgaron sus detalles técnicos. El coupé fue concebido como un prototipo de alta velocidad, similar al EX-I, pero con mucho más volumen, peso y con un diseño totalmente aerodinámico.
