Con la reedición por parte de Alfa Romeo de su famoso Disco Volante, y la presentación del conceptual de Aston Martin CC100 que evoca las líneas de su famoso deportivo DBR1, el pasado cobra vida de la mano de estos dos emblemáticos fabricantes, y nos ofrecen una muestra del diseño de la primera mitad del pasado siglo.
El Disco Volante realmente no fue un triunfador en las pistas pero sí llamó poderosamente la atención, pues cuando se presentó en 1952 con el nombre técnico de C52, sus formas inspiradas en un vehículo espacial y sus líneas que plasmaban la mayor fluidez en el aire lo hacían inestable e inseguro. La fabricación de esta versión del siglo XXI fue más simple, ya que lo trabajaron sobre el deportivo 8C.
Por parte de Aston Martin, el CC100 tiene un motor V12, con una fuerte influencia en diseño del DBR1, el cual ya había sido ganador de muchas célebres carreras en 1959, entre ellas las 24 Horas de Le Mans.