El fabricante estadounidense Ford utiliza una tecnología de cámaras de infrarrojos en su Centro de Investigación y Desarrollo (CID) de Dearborn, Michigan, en Estados Unidos, para reducir el nivel de sonoridad en el interior de sus vehículos.
Según una demostración efectuada recientemente, los ingenieros de Ford llenaron el habitáculo del vehículo con aire caliente (hasta una temperatura de 60 grados) para captar con una cámara infrarroja los puntos más calientes de la carrocería del vehículo. Esos puntos indican algún tipo de fuga de aire en el habitáculo, lo que en la práctica se traduciría en un aumento de la sonoridad en el interior.
Ford aseguró que es el primer fabricante de automóviles que utiliza la tecnología infrarroja para detectar fugas de aire y, por lo tanto, orificios en el habitáculo, lo cual también se traduce en una mejora en el rendimiento de la calefacción y aire acondicionado del vehículo.