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Para finales de 1960, era más caro comprar un Ghibli que un Ferrari 365 GTB célebre por sus triunfos en Daytona. Sin embargo, como prueba de su belleza y excelente facilidad de conducción, el Ghilbi vendió más que el enormemente admirado Ferrari. El Maserati Ghilbi hizo su primera aparición pública en el Salón del Automóvil de Turín en el año 1966, tiene un diseño exquisito, trabajo del estilista Giorgetto Giugiaro, mientras trabajaba para el Ghia.
En 1969, construido sobre el éxito de la Ghibli poniendo el convertible en la producción, surge el Maserati Ghibli Spyder. Siempre que se elimina, queda afectada la dinámica de un automóvil, pero esto no resultó ser el caso con el Ghibli. A pesar de que no pudo igualar la velocidad máxima de la coupé, el convertible fue reconocido por su facilidad de conducción excepcional, el Spyder bien equilibrado ofreciendo al menos experto conductor, la comodidad de manejo predecible.
Esto es porque el automóvil se muestra no sólo es uno de los muy pocos Spyders producidos, sino es el primero de todos, como lo confirma una carta de Fabio Collina, el gerente de Maserati Classiche, así como copias certificadas por Maserati.
